Puebla, México. 

Después de que el pasado 3 de agosto cuatro policías violaran a una chica de 17 años en la CDMX, se realizó un protesta  donde mujeres, feministas y familiares de la víctima, se dirigieron a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de aquel estado. En aquel momento se le arrojó diamantina de color rosa al secretario Jesús Orta M, en respuesta a la negligencia con la que el gobierno ha tratado el caso. Este acto se transformaría, para la lucha feminista en México, como un icono de lucha y resistencia.

“No me cuidan me violan”

Debido a la continua incapacidad para resolver los casos de violación y feminicidios, por parte del los aparatos de seguridad pública y con el ruido mediático que tuvo el acto de la brillantina, cientos de mujeres y movimientos feministas se manifestaron en diversas ciudades de México, con la finalidad de que la violencia de genero cese, también pidieron que no exista más la impunidad para los culpables de estos delitos contra la mujer.

“Porque estamos hartas de que les duela más un vidrio roto, una pared pintada y un traje sucio que el hecho de a diario nos abusen, nos agreden, nos violen, cuando en realidad su trabajo es protegernos” Marcela T.

En el estado de Puebla la cita iba con el nombre de “Brillanteada”, la cita era a las 16 hrs en la Fiscalía del Estado. Todo comenzó con un pequeño contingente, que poco a poco se iba haciendo más grande, hasta que el número de mujeres involucradas dejó de ser importante y lo que se convertía en prioridad era el nivel y la potencia con la que se gritaba “Justicia”.

Las paredes de la Fiscalía se pintaron de colores, no importó quien lo hizo, porque eran todas una sola, hartas de oír que lo que hacían era vandalismo. También, se pedía por el derecho a vivir sin miedo y sobre la libre elección sobre sus cuerpos, entre pañuelos verde y morados, brillantina y spray.

El punto cúspide, el momento en se tomó el micrófono y se recortó a aquellas que fueron violadas, asesinadas y se pidió por el alto a la violencia, la voz de las que ya no están.

Ahora, la brillantina (glittter) se ha convertido en un símbolo para el movimiento feminista en este país, una manera de reivindicar una lucha social.

México ha cifrado en lo que va del 2019 a aproximadamente mil 200 mujeres asesinadas.

“La diamantina se barre, las paredes se pintan, las cosas se reparan. La vida y la integridad de nuestros cuerpos no son cosas reparable […]”