México.

En los tiempos de Covid, la oferta cultural para los que se encuentran dentro de sus casas tiene que cumplir el objetivo de entretener y de ser posible repartir un nivel de conocimiento en el camino.

Pero ¿cuáles son estas ofertas culturales? En México, por ejemplo, los espacios culturales como los museos, teatros, cines, así como grupos y colectivos de músicos, artistas visuales, poetas y demás han subido a las plataformas digitales parte de su acervo. Instituciones como la Cineteca Nacional de la Ciudad de México han puesto a la disposición del público 13 películas en la plataforma de Youtube.

Sin embargo, este acceso a la oferta cultural, aunque pareciera que acceder a esta información fuera de fácil acceso, la verdad es que de acuerdo con el INEGI los que tienen a su disposición una línea de internet son las personas que se encuentran en las ciudades. Es decir, en este país existe una brecha digital de hasta un 50 por ciento.

Esta diferencia puede ser generacional entre los de la tercera edad con las generaciones más jóvenes. Ahora que las ofertas culturales han mirado hacia los medios digitales e internet para poder difundir sus contenidos. Al mismo tiempo hay un gran abismo entre los que tienen y no tienen, esto se extiende en múltiples dimensiones sociales, sin embargo, en el campo del acceso a la “cultura” existen muchas dudas. Comenzando por lo que se entiendo de Cultura, sin olvidar que esta se encuentra impregnada en cada individuo y se manifiesta desde su trayectoria recorrida.

“La cultura es lo que pasa en la vida cotidiana, dar oportunidad para expresarse a los nuevos grupos, movimientos y expresiones.” (Alternativas)

Pero sí hay que aclarar las diferencias que existen entre la Democracia Cultural y la Democratización de la Cultura. Ya que eso es algo que las instituciones, privadas o públicas, no han dejado muy en claro, al mismo tiempo las instituciones tienen que reconocer y hacer hincapié de que la cultura no es solamente aquello que se representa por medio de las disciplinas del arte.

“Democracia cultural: La idea de que los hombres y mujeres son entes culturales que se deben formar de manera autónoma y libre, motivamos por sus intereses particulares respecto a los temas culturales que hay en su interior.” Andrés Carrillo

Es decir, es aquí donde los propios individuos se motivan a conocer determinados aspectos culturales, sin la necesidad de una guía externa o imposiciones gubernamentales o empresariales. Este término tiene que ser diferenciado de la democratización cultural. Donde las instituciones son las que han determinado lo que el público va a consumir desde categorías que han creado para clasificar la cultura.

“Democratización cultural: Esta postura, es la más común y difundida a nivel de las masas. Desde esta perspectiva, se cree que cuanto mayor sea la difusión cultural desde el punto de vista de la proyección pública y el apoyo institucional, mayor será también la incursión de la población en las actividades culturales nacidas de la sensibilidad ‘intelectual’.” Andrés Carrillo

La democratización cultural se dedica a perseguir intereses particulares, los cuales van más allá del fin mismo de llevar cultura (de un grupo determinado) a la población en general. Puede ser que incluso actúe como una publicidad engañosa, ya que no les permite a personas elegir libremente cuáles son las formas de expresión de las cuales prefieren participar o aprender.

A ésta última se le hace una mayor referencia en la gestión cultural, de la que somos más consientes, sin embargo, a los que tenemos menos acceso si no contamos con una fuente de información y ahora en la crisis sanitaria, no podemos disfrutar de ella si tampoco tenemos los medios electrónicos y los digitales. El acceso libre a la cultura podría parecer más cercano, sin embargo, en cuestión de medios, el camino aún es largo, faltan datos y herramientas.

De acuerdo con la UNESCO en América Central, tanto el sector de la cultura, el arte y las industrias creativas son las que se han visto más dañadas por la pandemia de Covid-19. El movimiento de las personas se ha visto limitado por las normas puestas por los gobiernos.

Algunos gobiernos han optado por extender ayudas sociales para los artistas y los trabajadores informales del sector cultural. En Panamá, por ejemplo, el Ministerio de Cultura ha lanzado el programa #MiCulturaEnCasa, el cual pode a disposición fuentes culturales a través de medios de comunicación masiva y redes sociales.

Por otra parte, en México también se ha hablado de proteger los derechos culturales de las personas, proporcionar contenido cultural para explorar durante las jornadas de distancia necesarias para contener la expansión de la pandemia del COVID-19. Por lo tanto, hablan de explorar otras formas de promover el papel de la cultura como motora del desarrollo sostenible, la Oficina en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se ha puesto a trabajar en este tema. Sin embargo, la pandemia agarró a este país con una desigualdad digital amplia, sobre todo en zonas rurales donde incluso la luz eléctrica no ha llegado.

Este sector de la población ha sufrido del olvido de la gestión cultural del gobierno durante años, la noticia no es nueva, pero es una oportunidad para recordar que las brechas digitales no son las únicas sino también las que se han producido por el clasismo y el racismo a lo largo de la historia del territorio mexicano.

Entonces, la propuesta podría estar dirigida hacia las alternativas comunitarias, algunas comunidades se han cerrado debido a la pandemia, pero han seguido con un ritmo de sociabilidad que incluye recuperar a su cultura. Esto refiriéndonos al primer concepto de democracia cultural, donde los individuos tienen la oportunidad de ejercer la conciencia de que absorber como cultura.

Esta dinámica es más difícil en las zonas urbanizadas, a pesar de que en ellas se puede encontrar más fácilmente los medios tecnológicos. Sin embargo, tenemos menos conciencia e interactuamos menos con lo que se refiere a la democracia cultural. La cual hace falta y sobre todo que interactúe con la segunda la democratización de la cultura, así la poblaciones podrían formar parte de esa elección que se denota a veces elitista con relación a la cultura.

También  te puede interesar: 

Puebla: ¿Por qué las agendas culturales dejan a un lado la cultura local?